Desde el tiempo de la antigua Roma hasta los días de hoy, el hormigón o concreto ha sido utilizado para llevar a cabo la construcción de todo tipo de edificaciones. Con el paso de los años se ha ido descubriendo que si a este se le agrega o es mezclado con otros materiales sus propiedades físicas cambian. Por ejemplo, en la antigua Roma se descubrió que si se le agregaba ceniza volcánica a la mezcla esta podría fraguar bajo el agua, como también, que si se le mezclaba con pelo de caballo o sangre el concreto adquiría resistencia ante las bajas temperaturas. Fue gracias al ensayo y error que se fue mejorando el hormigón, volviéndolo más liviano o pesado, más resistente, más atractivo a la vista, entre otros. Es así donde la innovación de dos ingenieros civiles: Joel Sosa Gutiérrez y Sergio Galván, ambos graduados de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en México, llega para cambiar el hormigón con la creación de tres aditivos, uno que permite la producción de concreto gris normal pero mecánicamente más resistente, otro que permite que el hormigón conduzca electricidad pero sin electrocutar, y un último pero no menos importante (en cual nos centraremos), que le otorga al hormigón la propiedad de ser translúcido permitiendo así el paso de luz, obteniendo un producto completamente innovador.
El hormigón siempre se ha conocido como un material
compuesto por piedras fragmentadas, un aglomerante
(generalmente cemento Portland), arena
y agua, y en ocasiones aditivos o adiciones que mejoran algunas de sus
propiedades. Este progresivamente se encuentra a efectos de cambio y estudio
para intentar mejorar sus propiedades frente a los diferentes problemas que
surgen y a las nuevas formas de construcción que se innovan con el paso del
tiempo. En México, a mediados del año 2005, surge el aditivo Ilum, como
parte de los estudios de licenciatura de
los ingenieros anteriormente mencionados.
El concreto translúcido es un polimérico a
base de una mezcla mineral de óxidos metálicos, agregados finos, agregados
gruesos, con propiedades mecánicas mejoradas del concreto y el aditivo Ilum
cuya fórmula es secreta. La función primordial de este aditivo, es según Sosa y
Galván (2005:36):“Básicamente este producto cambia las propiedades ópticas del
concreto dejando que la luz pase a través de él en diferentes tonalidades de
acuerdo con el aditivo que se le agregue o el pigmento que se le añada para
moderar su intensidad y teñirlo simplemente”. Con esto se entiende que es un compuesto que al ser añadido
al concreto se consigue una mezcla translúcida, la cual permite que las futuras
construcciones de edificios, como de cualquier otra edificación, permitan el paso de la luz a través de sus muros.
En
este contexto Ilum es único en su tipo, ya que además de permitir el paso de la
luz, le confiere al concreto 15 veces más resistencia (4,500 kg/cm2), permeabilidad del 0.05%, es decir nula
absorción de agua; tiene un peso volumétrico 30 por ciento inferior al
comercial y puede colarse bajo el agua. Es resistente a la corrosión; además
posee propiedades fungicidas, lo cual lo hace útil en la construcción de laboratorios
y clínicas. Todas esas características son sinónimo de construcciones más
seguras y resistentes, que permiten el
ahorro en acabados, a tal punto que pueden construirse fachadas que no
requieren de cristales para su iluminación. Es importante resaltar que Sosa y Galván
(2005:37):“la preparación de los concretos no requiere equipo especial, se
realiza con la maquinaria tradicional al pie de la obra; posteriormente el
concreto se vierte en moldes o cimbras, donde se compacta para lograr una buena
colocación del material”. Ilum pueden aplicarse a cualquier construcción, ya
sea como elemento estructural o arquitectónico, y ofrece:
· Versatilidad
arquitectónica.
·
Son
aplicables a todo tipo de estructura.
·
Mayor
eficiencia en obra.
·
Alta
trabajabilidad.
El
uso de este aditivo conjuntamente con el concreto en cualquiera de
sus presentaciones, disminuiría
enormemente el consumo eléctrico y mitigaría
el calor, con lo que
evitaría el excesivo consumo de electricidad, tanto
por luz como por calefacción. Además, se
crearía un entorno de interacción continua entre el exterior y el interior.
Según Bunge (1985:117):“En resumen, los efectos colaterales de una tecnología
cualquiera pueden evitarse, disminuirse o compensarse con ayuda de alguna otra
tecnología”. En
este caso algunas limitaciones que haya tenido el concreto ordinario, pueden
ser superadas con la implementación del aditivo Ilum. Otras de las ventajas que
presenta este aditivo son:
·
Presenta un aspecto uniforme
y reduce los costos de acabado.
·
Apto tanto en interiores
como en exteriores.
·
Puede pigmentarse con una
amplia gama de colores.
·
La translucidez puede ser moderada
desde el momento de la fabricación.
·
Las dimensiones pueden
adaptarse a las necesidades del cliente o del proyecto.
· Por sus altas propiedades mecánicas,
permite diseñar elementos con menores espesores.
·
Descimbrado a las 24 horas
de colado con un 70% de su resistencia final.
Se
considera que una de las desventajas de este concreto es que, por el alto grado
de translucidez que
posee, la estructura
interna de la edificación quedaría
a la vista,
lo cual al
cabo de un tiempo podría resultar antiestético. Además, su
precio es 15 a 20% mayor que el del concreto comercial. Para Díaz (1994:120):“correr
detrás de los mayores logros al menor costo posible es un signo de nuestro tiempo (…) Se despliega así
una ética de la eficiencia. Al ritmo de esta ética, lo que sirve para
fortalecer el sistema se usa: lo que no, se descarta”. Y esto es lo que se busca
con el aditivo Ilum, una eficiencia del concreto, a pesar de que su costo
respecto al concreto ordinario sea más elevado. Todo esto se vería remunerado
con los múltiples beneficios que ofrece a corto, mediano y largo plazo.
Todo
lo anteriormente expuesto, resalta lo viable que sería el concreto translúcido
si se empleara de una forma más continua en el sector arquitectónico e
ingenieril. El uso del concreto conjuntamente con el aditivo Ilum, presentaría
grandes ventajas respecto al concreto ordinario enfocándolo más a las áreas
donde este mismo puede represar gran impacto de cambio, como lo vienen siendo
las zonas costera de todo el mundo, puesto que al hacerse la reacción química
de la unión entre el concreto y el aditivo ilum obtenemos un material que
resuelve el problema de corrosión y desgaste por la sales minerales a la que se
ven enfrentado todas las edificaciones que se encuentran en dichas zonas del
planeta. Este producto representaría un avance en la construcción de
plataformas marinas, presas, escolleras y taludes, ya que sus componentes no se
deterioran bajo el agua; como también
un declive en el consumo
eléctrico de las edificaciones donde este sea empleado. Con esto se marcaría el
fin para muchas de las problemáticas que presenta el concreto ordinario, y a su
vez, la evolución de un material tan imprescindible para la construcción.
Referencias en libros:
Bunge, M. (1985), Seudociencia e ideología. Madrid. Alianza Editorial , S. A.
Díaz, E. (1994), La producción de los conceptos científicos. Buenos Aires. Editorial Biblos.
Referencias en Internet:
Referencias en libros:
Bunge, M. (1985), Seudociencia e ideología. Madrid. Alianza Editorial , S. A.
Díaz, E. (1994), La producción de los conceptos científicos. Buenos Aires. Editorial Biblos.
Referencias en Internet:
- Concretos Translucidos. Página de la compañía fabricante. Disponible en: http://www.concretostranslucidos.com/ilum.php
- Guadalupe(2007). La juventud y los materiales. Artículo en línea disponible en: http://www.imcyc.com/revistact06/ene07/TECNOLOGIA1.pdf.